Como los carteles, los folletos son editados por el Centro de Transfusión Sanguínea y debe excluirse cualquier impreso que no haya recibido la aprobación de su Director. Evaluad las necesidades de folletos en función, sobre todo, de la capacidad de distribución que se tenga.

No olvidemos que el papel impreso cuesta caro y que el despilfarro debe ser evitado. Corresponde juzgar a la Junta Local de la Asociación la oportunidad de distribuir folletos.

Se aconseja repartirlos allí donde los carteles son difíciles de poner: buzones de inmuebles colectivos, zonas residenciales, lugares alejados de los grandes centros, etc.

Evitad la distribución en mano al paso de cines, cafés, estaciones, mercados,... La gente los confundiría con impresos de propaganda. La mayoría los tiraría sin leerlos, con lo que se perdería tiempo y se derrocharía papel.

Conviene evitar colocarlos en los parabrisas de los coches. Estos son para colocar las multas de tráfico. La farmacia es uno de los lugares preferentes, ya que, si el farmacéutico está de acuerdo, puede entregar un folleto a cada persona que adquiera medicamentos o productos de farmacia.

También, siempre con el consentimiento correspondiente, los profe­sores de las escuelas son cauces para llevar la propaganda a los hogares mediante entrega de los mismos a los alumnos.

Es necesario también tomar contacto con el Alcalde de la localidad. Si en esta localidad existe algún Boletín Municipal, se podría adjuntar un folleto en medio del mismo.

Como también se ha dicho, es muy importante la ayuda del sacer­dote, ya que su colaboración es de gran ayuda al comunicarlo a través de sus homilías. Si en la parroquia existe hoja parroquial, se debe enviar un informe corto para su publicación.